TRUCOS Y CONSEJOS (TIPS AND TRICKS)

CÓMO EMPEZAR LA LABOR

Una labor de punto de cruz debe comenzarse siempre por el centro, salvo indicaciones especiales del fabricante. Para localizar el centro de la tela, ésta debe doblarse en cuatro y el pico nos indicará el centro de la labor. El centro del gráfico viene marcado con flechas en horizontal y en vertical. En nuestra tienda podrás encontrar también rotuladores para marcar la tela que se borran solos o al lavar.

Es muy recomendable realizar un dobladillo o hilvanar el borde de la tela para evitar que se deshilache con el manejo. No es aconsejable usar celo ya que puede dejar rastro de pegamento al retirarlo.

UNA LABOR LIMPIA Y CON BUEN ASPECTO

Para que el aspecto de la labor sea uniforme, deberemos mantener el sentido de realización de las cruces, haciendo en un sentido todas las mitades inferiores de la cruz, y en otro sentido todas las mitades superiores. Si el cuadro mezcla punto de cruz y medio punto, el medio punto deberemos realizarlo en el sentido de la mitad superior de la cruz. ¡Mucho cuidado con esto! Ya que es el sentido contrario al que nos sale de forma natural.

No haremos nunca nudos por la parte de atrás, siempre pasaremos el hilo por debajo de las puntadas ya realizadas, tanto al coger una nueva hebra como al rematar, y el hilo debe cortarse a ras de la tela para que no queden "pelos". Si estamos empezando una nueva zona o una nueva labor y no tenemos puntadas que nos sujeten el hilo, podemos hacer dos cosas: sujetar la hebra con el dedo mientras vamos dando puntadas por encima para que quede oculto, o bien coger una sola hebra y doblarla por la mitad. Esta segunda opción nos da un aro, que nos permitirá pasar la aguja por el centro, y al tensar sujetará el hilo sin haber hecho nudo.

ELEGIR LA TELA

Indudablemente, nuestra elección vendrá marcada por nuestra agudeza visual. Si tenemos problemas de vista cansada, es más recomendable la utilización de una aida. Si nos gusta que el acabado sea más fino podremos optar por una aida con el cuadro más pequeñito (cuenta más alta). De esta forma, no tendremos que ajustarnos a las exigencias del lino o la lugana, que nos obligan a contar de dos en dos en la mayoría de los casos. Existen también lupas y gafas especiales para bordar que pueden facilitarnos la labor en una tela que nos gusta y nos cuesta ver.

¿Has probado a utilizar telas de colores? Un fondo azul, verde, tostado... añaden un punto de originalidad y profundidad a las labores. Así como un toque personal.

USAR BASTIDOR O NO USARLO, HE AHÍ LA CUESTIÓN

Desde luego es una cuestión de preferencias y costumbre de cada persona. Al bordar con bastidor la tela queda tensa y las puntadas más limpias. El bastidor nos obliga a bordar con la aguja totalmente vertical y así se evita pillar hilos de la tela, y es más fácil mantener la misma tensión en todas las puntadas. Si se utiliza un bastidor de tamaño grande será necesario comprarlo con patas, o acoplarle un pie para bastidor.

Existen bastidores de varios tipos:

  • Los de aro que funcionan por presión, pueden encontrarse en madera o silicona. Estos últimos no llevan tornillo. Resultan muy cómodos ya que evitan que los hilos se enreden en el mismo. Es recomendable retirar el bastidor después de bordar tanto si es de madera como de silicona, para evitar que la tela quede marcada.
  • Los rotatorios, con forma cuadrada. Estos bastidores funcionan con un "scroll", es decir, la tela se va enroscando en una barra de madera. La tela puede sujetarse mediante clip o cosiendo la tela a las cintas incluidas en el bastidor.

BORDAR CON HILOS METALIZADOS

Esta tarea, que suele ser compleja por ser hilos generalmente poco flexibles (especialmente los de DMC) puede hacerse más sencilla utilizando hebras muy cortas y realizando dos pasadas con 1 hebra en lugar de una pasada con 2 hebras. También podemos sustituir el hilo DMC por otra marca de mayor calidad; pagaremos más dinero pero lo agradeceremos a la hora de bordar.

LAVADO DE LA LABOR TERMINADA

En general, lo recomendable es lavarse bien las manos antes de coger la labor para no tener que lavarla, pero si tenemos que hacerlo porque se ve sobada (es difícil evitar la grasa generada por las manos de forma natural, y hay personas a las que les sudan mucho las manos) no debe hacerse en la lavadora.

Las labores deben lavarse antes de colocar los abalorios o accesorios (si los tuvieran) introduciéndolas en agua tibia (máx. 30º) con un poco de jabón de lavar a mano durante algunos minutos, moviéndola para facilitar la eliminación de la suciedad. No debe frotarse porque esta acción sacaría el pelo del hilo.

Después es necesario aclarar bien en agua fresca y limpia y dejar secar sin escurrir ni retorcer sobre una superficie plana.

Muy importante: en la utilización de hilos teñidos a mano (tipo Caron) es recomendable realizar una prueba de la solidez del tinte ANTES de comenzar a bordar, ya que los colores oscuros y los rojos pueden desteñir y arruinar la labor. Para realizar la prueba, basta con humedecer un extremo del hilo y presionar sobre un paño blanco. Si suelta tinte, entonces deberemos lavar el hilo en agua fría con un poco de sal para fijar el color; o dejar sin bordar con estos hilos hasta el último momento y utilizarlos después de haber lavado el bordado para evitar tener que lavarlos y que destiñan.

PLANCHADO DE LA LABOR TERMINADA

Una vez lavada la labor, pasaremos a plancharla (mejor si está un poco húmeda para quitar mejor las arrugas). Podemos utilizar un poco de apresto para que la tela coja cuerpo y resulte más fácil enmarcarla.

Debemos planchar la prenda boca abajo, sobre un muletón o toalla para que el hilo no se aplaste. Deberemos insistir en la tela sobrante sin bordar para quitar las arrugas por delante y por detrás. También se pueden dar unos golpes de vapor sin posar la plancha para hinchar el bordado.

BORDADO SOBRE TELAS OSCURAS

Los bordados sobre telas oscuras tienen un efecto fantástico, pero a veces nos puede resultar complicado bordar ya que el agujero se ve peor. Para solucionarlo, podemos colocar un paño blanco sobre nuestras rodillas, por debajo de la tela a bordar. De esta forma, la luz se refleja sobre el blanco y atraviesa los agujeros de la tela permitiéndonos verlos con mayor facilidad. El uso de bastidor permite que al estar la tela más tensa, los agujeros queden más abiertos y podamos verlos mejor.

BORDADO CON HILOS OSCUROS

Para evitar que los hilos oscuros clareen la tela, podemos añadir una hebra más al utilizarlos. De esta forma, la tela queda más tupida y evitamos ese efecto.

BORDADO CON HILOS MATIZADOS

Para bordar con hilos matizados debemos bordar cada cruz de una vez, no hacer la fila completa y luego volver sobre ella para hacer la fila superior. Al hacer cada cruz, mantenemos el tono matizado del hilo para que haga el efecto que buscamos

BORDADO CON ABALORIOS

La pedrería y los tesoros de Mill Hill enriquecen los bordados, pero deben colocarse al final del todo, una vez acabado el bordado y cuando ya tengamos la pieza lavada y planchada (tendremos cuidado de no arrugarla demasiado y repasaremos después las posibles arruguitas), ya que si planchamos sobre ellos se arrugará la parte de alrededor dejando un cerco nada bonito.

Para colocar los abalorios redondos (tipo perla) o los tubos, deberemos utilizar una aguja más fina de lo normal, porque es posible que la que usamos habitualmente no pase por el agujerito. Escogeremos un hilo de tono parecido al del abalorio y lo sujetaremos al bordado con media puntada diagonal, manteniendo siempre el mismo sentido (igual que la parte superior de las cruces). Para colocar abalorios con agujero en un extremo, los sujetaremos en el punto indicado con una puntada que no esté demasiado tensa para evitar que se levante por el extremo opuesto. Para colocar abalorios con agujero central, pasaremos la aguja por el abalorio, a continuación una perla pequeña y volveremos a pasar la aguja por el abalorio. De esta forma, la perla hará de tope.

A la hora de enmarcar estos cuadros, tendremos en cuenta el volumen del bordado, intentando que el cristal no apoye sobre los abalorios directamente. Para evitar esto, podemos poner uno o más passepartouts para separar el cristal del bordado. Si el cristal queda separado del bordado no debe utilizarse un cristal mate, ya que se pierde el colorido.

SÉ CREATIV@ EN TU LABOR

No te ajustes a lo que ves... hay todo un mundo de imaginación y creatividad más allá que pueden hacer de tu labor una pieza única. Busca esquemas o libritos con pequeños motivos y aplícalos para decorar: en prendas de vestir (frentes y traseras de camisetas y sudaderas, puños, vaqueros, embozos de sábanas, cojines, toallas, servilletas, manteles...) cualquier esquina o cenefa puede ser un pequeño gran descubrimiento. Prueba a utilizar cañamazo de sacar hilos o soluble para crear prendas únicas.

También puedes realizar pequeños colgadores para las llaves o pomos de los armarios, al estilo de los borlones de pasamanería. O incluso biscornús, adornos navideños, buscatijeras...

Atrévete a inventar: mezcla diferentes tipos de hilo para crear texturas, busca nuevas telas. ¡¡¡Hay miles de posibilidades!!! En seda, algodón, lino, de colores sólidos o matizados. Prueba combinaciones distintas. Te sorprenderá cómo el mismo diseño cambia totalmente con solo cambiar el color del hilo o de la tela. Puedes introducir hilos metalizados para dar pequeños toques de brillo puntuales.

Cambia la marca de los hilos si no consigues encontrar los que aparecen en el gráfico o el color si necesitas ajustarlos a tu decoración o a tu gusto, añade perlas, cambia sólidos por matizados o viceversa...

¿Una cenefa ancha? Es fácil crearla a partir de una o varias más sencillas. Simplemente borda una a continuación de la otra. Solo tendrás que tener cuidado con las esquinas. Y éstas tampoco tienen que ser un problema, ya que podemos colocar un motivo aislado en una esquina. Con un poco de imaginación todo es posible.